Biografia

Nací pintora, aunque no sé a qué edad hice mis primeros trazos, con un lápiz desgastado o manchándome las manos, torpes aún, con ceras de colores. En los primeros recuerdos que conservo de mí misma está presente mi pasión por el dibujo y la pintura. Mi vocación siempre ha estado definida: “Voy a ser pintora”.

Y enganchada a mi pasión como un drogadicto a su dosis, la vida ha dado mil vueltas, pero yo he seguido pintando, sin que importara el motivo o la técnica, experimentando con murales decorativos, retratos o ilustraciones, dibujo al carbón o cuadros al óleo.

Soy natural de Asturias, así que mis ojos se acostumbraron pronto a disfrutar de la belleza natural de los paisajes, de verdes intensos que casi se pueden oler, de la bravura del mar y la serenidad imponente de las montañas. Allí tuve la suerte de aprender, cuando aún era una niña, de un maestro del paisaje: César Pola, quien supo inculcarme la fascinación que siento por pintar en plena naturaleza.

Más tarde acudí a clases de dibujo y modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo, y como en mi ciudad no existía facultad de Bellas Artes me licencie en Filología, así que podría decirse que soy semiautodidacta.

Mi juventud transcurrió entre tonos tostados, amarillos y sepias del desierto almeriense. Allí pinté murales, retratos de turistas, dibujos y cuadros de los paisajes áridos de la zona y de las gentes que se ofrecían a posarme. He dibujado también en Berlín o en Finlandia, en Canarias o en Madrid… Allá donde estuviera, mis trazos siempre han bailado libres, imparables…

Allá donde estuviera, mis trazos siempre han bailado libres, imparables…

Desde 1991 vivo en Mallorca. Aquí trabajo como ilustradora y fotógrafa de la revista Missèr, que edita el Colegio de Abogados de Baleares. He tenido la fortuna de ser elegida para retratar a personajes ilustres de la abogacía, y la Real Academia de Medicina me encargó en 2001 un retrato del rey para su sede en Madrid.

Hacer ilustraciones me gusta y divierte especialmente, porque los temas legales o judiciales son muy abstractos y difíciles se sintetizar en un dibujo, y eso constituye un reto para mi creatividad.

En esta preciosa isla he hecho varias exposiciones y trabajado en diferentes proyectos que me atraían, como trampantojos o murales, para casas privadas u hoteles. Además, mi obra ha sido galardonada con algún que otro premio.

Aunque mi pintura es figurativa no me siento identificada con ninguna escuela o estilo en concreto. Quizás el hecho de ser autodidacta me ha liberado de esta clasificación. Siempre palpita en mis dedos, mi mirada y mi pensamiento el aleteo libre de quien se expresa con la belleza.